Mudarse es una gran oportunidad para renovar el mobiliario y para deshacerte de algunas cosas inútiles que ya no necesitas pero que te has negado a botar hasta ahora. En primer lugar, tienes que asegurarte de que tu nuevo hogar cuenta con el espacio suficiente para tus muebles y especialmente para tus electrodomésticos, pues muchas veces las dimensiones de la nevera o del microondas son diferentes y varían de cocina en cocina (esta premisa se aplica a las camas también) lo mejor en estos casos es medir tanto los espacios como los muebles y electrodomésticos para evitarnos sorpresas desagradables.
En el caso que tengas que renovar gran parte de tus muebles y/o electrodomésticos, puedes intentar venderlos o hacer una especie de “Venta de garaje”, para así aprovechar y ganar unos pesos extra que te servirán para el cambio de mobiliario.
En segundo lugar, tienes que seleccionar aquellas cosas que no usas y que no te interesa tener más, pues sería una pérdida de tiempo empacar estas cosas para luego botarlas o regalarlas. Todo lo que no has utilizado en el último año debe tirarse pues es casi seguro que no lo utilizarás más adelante.
Muchas veces por cuestiones de espacio generalmente tendrás que deshacerte de objetos con cierto valor emocional, en esos casos lo más aconsejable es dejarle estos objetos a alguien cercano o con el que exista algún vínculo; también puedes considerar donarlos a alguna ONG o asociación que pueda hacer un buen uso de ellas.
Es aconsejable que empieces a empacar tus cosas con mínimo dos semanas de anticipación, de esta forma si organizas tu tiempo y no empacas de afán tendrás más tiempo para seleccionar lo que se va y lo que se queda, y priorizar si por cuestiones de espacio tienes que deshacerte de algunas cosas.
A continuación una lista de los objetos que definitivamente NO deberían estar incluidos en tu mudanza:
- Lejía- Pinturas- Tarros o recipientes que contengan líquido y que estén abiertos- Pipetas de gas- Aerosoles- Anticongelantes- Líquidos desinfectantes (especialmente los que contienen amoniaco y lejía)- Comida perecedera (no es recomendable)- Elementos que generen un olor excesivo
Como regla general, ten en cuenta que si algo es inflamable, combustible o explosivo no deberías llevarlo contigo.